miércoles, 12 de noviembre de 2008

El deporte Rey



El otro día constaté lo que muchos antes me habían ya insinuado. El deporte rey es un deporte clasista, democráticamente elegido, eso sí, pero cruelmente selecto. Si no eres bueno jugando y no juegas, eres un tío raro, de esos que en el colegio se comían una ensaimada o un dognut de chocolate antes de mal gastar el tiempo detrás de un balón. Es verdad, el fútbol a desplazo a aquellos que no pertenecían a la raza aria, aquellos paticortos, gafotas o gordos que no tenían cabida en el "5 pa 5" del recreo y que también ahora pueden quedar a un lado.

Luego cabe la otra posibilidad: jugar con ese arte que te caracteriza. Arriesgada postura, aunque más social que la anterior. Eso sí, atente a las reglas, que a saber son:

1)Siempre habrá alguien que se verá en la obligación de darte una clase durante el partido (lo que tienes que hacer es cubrir a ese cuando... más arriba... pasa en corto... ya!) y aguantar y decir que sí.

2)No puedes fallar, a sí que a la portería o en la defensa y calladito. Los buenos tienen el derecho a fallar, que se entiende...

3)Intenta no contar ese chiste que se te ocurre, porque el resto del equipo está sumamente concentrado. No hables con el contrincante que esos amaga una actitud distraída.
4)Y, por si esto fuera poco, al acabar (por fin) llegamos al momento del: "ey, no lo has hecho del todo mal..." pura cortesía que amaga otro día de fútbol.
¡Viva el fútbol!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tousar, no sé porquè te veo un poco identificado con esta entrada. Suscribo lo dicho. Te recuerdo que somos los dos fundadores y únicos socios del PAF!
Un abrazo!
Bonas