viernes, 23 de enero de 2009

Salami: mala elección



Nunca en la historia del animal porcino viose tal insulto a los atributos del mismo. Me refiero a que el salami, ese producto de color inapropiado, con ese regusto (el retronasal) a “pipa, cacahuete o variedad almendrada” lo hace uno de los productos más insipidos y desgraciados del cerdo.

Pregunta por ahí cual es el embutido preferido. Unos dirán que el chorizo, otros el bacon, los de más allá el jamón serrano y los de más acá el jamón dulce. Pero no se me ocurre pensar, y dejo constancia de que yo he preguntado por ahí y por aquí, que alguien pueda tener al Salami como alimento de preferencia.

Por jugar, ni lo hace en segunda. Como el polvorón, que al menos se codea con el high-society de la mesa (admitamos que compite con colosos de la cocina). No, el salami es la vil traición de una cesta de la compra hecha demasiado deprisa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aunque sobre gustos nunca hubo nada escrito, parece que ahora los escritores se atreven a hablar de ellos, catalogándolos como si supieran que le gusta a la gente, además sin currárselo un poquito; ni estadísticas ni encuestas ni porcentajes. hay alimentos como el pan, que aunque no sean los favoritos son imprescindibles. no creo que el salami siga siendo un producto de mercado si no gusta, porque si las empresas lo producen significa que se vende, y no creo que haya nadoe lo compre para luego tirarlo. por tanto, aunque reconozco que el salami no es mi embutido preferido (soy de los que les gusta el bacon) creo que el salami no es la vil traición de una cesta hecha demasiado deprisa, sino el placentero manjar de un selecto grupo gente que al parecer el autor no conoce.